La violencia de género. Un factor para la mujer que aumenta el riesgo de contraer VIH/SIDA

Publicado el 21 de marzo de 2018

Verónica Valeria De Dios Mendoza
Analista relatora para temas de desaparición forzada e involuntaria de personas, y
de perspectiva de género de la Fiscalía General del Estado de Jalisco,
valeriadediosm@gmail.com,
https://valeriadedios.com/

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH y SIDA respectivamente) no constituyen un tema de imperiosa novedad. Los inicios del virus datan de los años ochenta, cuando los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) —Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos— convocaron una conferencia de prensa después de detectar varios casos de neumonía y sarcoma de Kaposi, una variante de cáncer de piel.1 Sin embargo, la noción popular acerca de los factores de riesgo, es que detentan la misma magnitud en ambos sexos. Como la mayoría de los mitos populares, éste no descansa en ningún hecho certero; pero sí, en un grave error que acrecenta indudablemente la vulnerabilidad de la mujer.

Desde que el SIDA fue identificado en 1981, la difusión y prevención de la enfermedad ha seguido un curso uniforme, donde las estadísticas entre mujeres y hombres tienden a homologarse como si se tratarán de casos enteramente iguales. Lo cierto es que existen factores extraordinarios que mantienen su origen únicamente en la calidad social y biológica de ser mujer y que por tanto dejan de cobrar significado y razón de ser en el hombre. Es decir, las mujeres son biológica, socio-cultural y económicamente más vulnerables a contraer el VIH.

La violencia de género se ha identificado como una importante causa de las infecciones por VIH/SIDA entre las mujeres, la cual no ha sido correctamente visualizada. De acuerdo a los informes de ONUSIDA, las mujeres que han experimentado situaciones de violencia de género tienen hasta tres veces más posibilidades de infectarse con el virus del VIH que aquellas que no padecen violencia.2 A pesar de que algunas naciones han reconocido la importancia de la igualdad de género dentro de las respuestas nacionales ante el VIH, los resultados en la adhesión de dicho compromiso son contradictorias. En 2012 el 81% de los países afirmó incluir medidas específicas con perspectiva de género para las mujeres dentro de las estrategias nacionales contra el VIH; sin embargo, sólo un 41% asignó un presupuesto específico para dicha problemática.3

Es un hecho innegable que la desigualdad por razones de género y el VIH/SIDA, se encuentran inextricablemente relacionados; las mujeres representan un porcentaje ligeramente superior al 50% del total de personas que viven infectadas del VIH.4

Desde el punto de vista biológico, las investigaciones realizadas demuestran que el riesgo de infectarse por el VIH durante una relación sexual vaginal no protegida es de 2 a 4 veces más alto para la mujer que para el hombre, ya que las mujeres tienen una mayor superficie de mucosa expuesta a las secreciones sexuales de su pareja sexual, el semen infectado contiene normalmente una concentración más alta de virus en comparación con los fluidos vaginales de la mujer, y por tanto, permanece más tiempo en la vagina y el tracto rectal que las secreciones vaginales en el pene.5

Por otra parte, la violencia sexual hacia las mujeres aumenta el riesgo de transmisión del VIH. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia sexual como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.6

De acuerdo a las cifras mundiales, una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia sexual, ya sea por parte de su pareja o por parte de terceros en algún momento de su vida.7 De ello se desprende que en el mundo alrededor de quince millones de niñas son obligadas a casarse antes de los dieciocho años, lo que las coloca en riesgo de infectarse con el VIH/SIDA.8 Al ser víctimas de violencia sexual, las mujeres se manifiestan incapaces de ejercer un control de la situación en las relaciones sexuales, como es el caso del matrimonio infantil y las violaciones sexuales. En situaciones de violencia o de amenaza de ésta, las personas ven gravemente limitada su capacidad de adoptar medidas para protegerse contra las enfermedades de transmisión sexual o de exigir que su pareja tome precauciones, aunado a que las mujeres mantienen menos información sobre el VIH y la falta de recursos para poner en práctica medidas preventivas. Es así que, a escala mundial, solo tres de cada diez mujeres adolescentes y jóvenes de entre quince a veinticinco años de edad, disponen de conocimientos precisos y exhaustivos sobre el VIH.9La falta de empoderamiento, y de información sobre la prevención del VIH en las relaciones sexuales, merma la capacidad de las mujeres para negociar el uso del preservativo y disfrutar de prácticas sexuales más seguras.

En otro sentido, uno de los factores de riesgo más alarmantes para las mujeres, surge dentro de un ambiente de confianza donde el 90% de las infectadas adquirieron el virus de su pareja estable.10 Esto obedece a las diferencias biológicas entre sexos, esto se traduce en desigualdades sociales. Las normas de género relacionadas con los roles, las expectativas y las conductas establecidas socialmente como “femeninas” y “masculinas”, influyen enormemente en el acceso de intercambios sexuales que tienen hombres y mujeres. La sociedad tiende a normalizar actitudes estereotipadas en cuanto al número de parejas sexuales que mujeres y hombres deben tener, y, a la aceptabilidad de la infidelidad. En el hombre se justifica su comportamiento polígamo asumiendo que por naturaleza es infiel; en la mujer esto es inaceptable. Por otra parte, la existencia predominante de clubes, tables dance, salones de masaje y demás lugares enfocados en hombres heterosexuales donde persiste el intercambio sexual a cambio de una remuneración económica, colocan en una situación de desventaja a la mujer. Se trata de un contexto en el que el intercambio sexual práctico, y sin ambages, se encuentra mayormente al alcance del sexo masculino. Estos factores en particular son preocupantes, pues expresan la aceptabilidad de conductas que pueden poner a ambos sexos en alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual.

Las estadísticas actuales sobre las formas en que las mujeres han sido contagiadas por el VIH/SIDA ponen de manifiesto que aunque los estereotipos sobre la sexualidad masculina aparentan estar perdiendo su vigencia en nuestra sociedad, la realidad es totalmente distinta. Todavía persisten, con fuerza, conductas machistas adoptadas por hombres que ponen directamente en riesgo la salud de las mujeres.

En la actualidad, la mujer se ha convertido en la cara del VIH/SIDA en los países del África subsahariana, ya que el 61% de la población que vive con el virus en aquella región es femenino. Las cifras más elevadas de personas infectadas por el VIH/SIDA entre mujeres de 15 a 49 años de edad corresponden al sur de África, particularmente en Botswana, Lesoto, Suazilandia y Sudáfrica.11

Indudablemente las mujeres que sufren violencia de género presentan un mayor riesgo de infección por el VIH, y ya infectadas, son más proclives a que sus derechos sean violentados, ya que la misma violencia crea una barrera de acceso a los servicios de salud.

Las normas jurídicas influyen directamente en el riesgo de que las mujeres contraigan el VIH, ya que en muchos países donde las mujeres se encuentran en peligro inminente, las leyes no garantizan ni reconocen adecuadamente sus derechos, reforzando de esa manera la subordinación de la mujer. Es por ello que las estrategias de prevención por parte de los Estados deben abordar el tema de la desigualdad de poder entre los sexos como un medio para identificar y erradicar los factores de riesgo en que se encuentra la mujer frente a la exposición al VIH/SIDA por cuestiones de género.

NOTAS:
1 “Historia del Sida”, Inspiraction, consultado el 22 de julio de 2017. Disponible en: https://www.inspiraction.org/salud/sida/historia-del-sida
2 ONUSIDA, “Unidos contra la violencia y el VIH”, marzo de 2014. Disponible en: http://www.unaids.org/es/resources/presscentre/featurestories/2014/march/20140312xcsw
3 Coomeva, “Mujeres y VIH/Sida ¿Por qué un problema de género?” Disponible en: http://coomeva.com.co/publicaciones.php?id=48025
4 Organización Internacional del Trabajo, “La igualdad de género es clave para las respuestas al VIH y el SIDA en los lugares de trabajo”, diciembre de 2011. Disponible en: http://www.ilo.org/global/publications/world-of-work-magazine/articles/WCMS_181873/lang--es/index.htm
5 Oliva Venereo, Dinorah de la Caridad; Saavedra Ramírez, Clarivel y Viñas Martínez, Arturo Luis, “Las mujeres y el VIH/SIDA: ¿Por qué un problema?”, Revista Habanera de Ciencias Médicas, s. núm., 2009, La Habana.
6 Organización Mundial de la Salud, “Violencia contra la mujer: violencia de pareja”, nota descriptiva núm. 239, septiembre de 2011, Ginebra.
7 Organización Mundial de la Salud. “Violencia contra la mujer”, Centro de prensa de la Organización Mundial de la Salud, noviembre de 2016. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/
8 Acuña Roeder, Cristina, “Matrimonio infantil incrementa riesgo de VIH en niñas”, cimacnoticias, s. núm., 21 de julio de 2016, México.
9 ONUSIDA, “World AIDS Day 2015 Report on the Fast-Track to End AIDS by 2030: Focus on Location and Population”, p. 75, 2015.
10 Lugo, Guadalupe, “Aumentan los casos de VIH entre mujeres”, Gaceta UNAM, núm. 4744, 30 de noviembre de 2015. Disponible en: http://www.gaceta.unam.mx/20151130/aumentan-los-casos-de-vih-entre-mujeres/
11 Fustos, Kata, “La violencia de género aumenta el riesgo del VIH/SIDA para la mujer en los países del África subsahariana”, Population Reference Bureau, mayo de 2011. Disponible en: http://www.prb.org/SpanishContent/2011/gender-based-violence-hiv-sp.aspx


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