Migrantes son seres humanos1

Publicado el 28 de noviembre de 2018

José Dávalos Morales
Profesor de Derecho Laboral en la Facultad de Derecho de la UNAM,
email josedavalosmorales@yahoo.com.mx

Cuando hablamos de migrantes no sólo tenemos que pensar en números, porque son personas con su historia, su cultura, sus sentimientos, sus anhelos. Son personas que necesitan protección. Los migrantes tienen la fragilidad de todo ser humano en busca de la satisfacción de sus necesidades humanas dentro de su territorio o más allá de las fronteras nacionales originarias.

Los migrantes necesitan protección continua, independientemente de la situación migratoria que tengan. Sus derechos fundamentales y su dignidad deben ser protegidos y defendidos. Atención especial deben tenerla los migrantes niños, sus familias, que son víctimas de las redes del tráfico de seres humanos y que son desplazados a causa de conflictos y desastres naturales.

Los migrantes esperan que tengamos el valor de acabar con la complicidad cómoda y muda que agrava su situación de desamparo, y que pongamos en ellos nuestra atención y dedicación. Necesitamos pasar de considerar a los migrantes como una amenaza a nuestra comunidad, a valorarlos como quienes con su experiencia de vida y sus valores pueden aportar mucho y contribuir a la riqueza de nuestra sociedad.

Para dar respuesta al fenómeno de la migración actual, es necesaria la colaboración de la comunidad internacional, porque es de dimensión transnacional, muy por arriba de las posibilidades y medios de muchas naciones. La colaboración internacional es indispensable en todas las etapas de la migración, desde el país de origen hasta el país de destino, también facilitando el regreso y el cruce de los límites de los países. En cada uno de estos pasos, el migrante es vulnerable, se siente solo y aislado. Tomar conciencia de esto es de importancia fundamental si se quiere dar una respuesta concreta y digna a este reto humanitario. Los países deben acoger a todos los migrantes que puedan integrar, acompañarlos, educarlos e integrarlos.

Hay gobiernos que se preocupan de que los migrantes no caigan en las manos de los traficantes humanos. Naturalmente que con esta finalidad se requiere la cooperación de los gobiernos de la región. Por el momento los gobiernos deben ponerse de acuerdo para ir adelante con esta emergencia. En nuestra realidad el problema migratorio es muy grande, inclusive al interior de nuestro país, mucha gente deja el campo porque no hay trabajo y se va a las grandes ciudades.


NOTAS:
1 Se reproduce con autorización de el autor, publicado en La Prensa, el 28 de noviembre de 2018.


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