El trabajo social penitenciario
Publicado el 5 de abril de 2019
Karla Edith Rodríguez Crispín
Alumna de la maestría en Política Criminal, Posgrado de Derecho,
Universidad Autónoma de San Luis Potosí,
edith201990@hotmail.com
En esta ocasión se hablará del trabajo social penitenciario abordando en un principio lo que es la profesión del trabajo social, ya que es una carrera relativamente nueva y que a pesar de que tiene una trayectoria histórica recorrida para llegar a estar posicionada, obtener la importancia que en la actualidad se tiene y ver la posición que ésta tiene en relación con los distintos campos laborales de la profesión; se dará un pequeño repaso a las actividades que se desempeñan en esta profesión, el perfil profesional, la incursión de éste en el sistema penitenciario y las labores que debiera desempeñar y las que desempeña. Si se remonta a los hechos históricos por los que nace el trabajo social y el sistema penitenciario se observa que ambos surgen de la necesidad de la sociedad de resolver los conflictos y fenómenos sociales que van surgiendo con el paso del tiempo.
El trabajo social por ejemplo nace como una manera de asistencialismo en el siglo XVIII con las mujeres que se organizaban para brindar asistencia a los más necesitados; posteriormente, en la Revolución Industrial el trabajo social se ve en la necesidad de institucionalizarse y formarse como disciplina, ya que en esta época nacen nuevas formas de organización social y por consiguiente nuevas formas de pensamientos como el humanismo con Carlos Marx entre otras corrientes filosóficas, esto debido a la diferenciación de clases sociales, por lo que tanto los filosóficas de esa época y los considerados trabajadores sociales se dieron a la tarea de buscar nuevas soluciones a los conflictos y fenómenos sociales que se presentaban, por lo que nacen las bases conceptuales y teóricas del trabajo social, ya que éste se dedicaba o se le consideraba como servicio social donde apoyaba a los más necesitados pero ya no de manera asistencial y es aquí donde al final de éste nacen las primeras escuelas de trabajo social y a partir de aquí el trabajador social empezó a adquirir mayores conocimientos y a tener nuevas áreas donde podía trabajar; es donde el trabajo social es tan cambiante como la sociedad, ya que va creciendo y evolucionando conforme a la par de la sociedad.
Se definirá lo que es la profesión del trabajo social; según la Federación Internacional del Trabajo Social, el trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el fortalecimiento y la liberación de las personas.
Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra las personas y las estructuras para hacer frente a la vida y aumentar el bienestar.
Los conocimientos que debe tener el trabajador social a parte de lo ya mencionado son conocimientos de las múltiples disciplinas sociales ya existentes y el porqué de esto es muy sencillo de explicar y se puede abordar, de una manera muy simple, y es que el trabajador social tiene la obligación de fungir como un puente entre la institución y el usuario; por ejemplo, si en un hospital una persona de escasos recursos tiene a un familiar que necesita ser operado pero no cuenta con los recursos suficientes para pagar la operación, es la trabajadora o trabajador social quien se encarga de ver qué clase de cirugía se le va a practicar al paciente y para que este pueda entender lo que se le practicara al paciente tendrá que tener conocimientos médicos y entender los tecnicismos médicos y transmitírselos al paciente o al familiar y valorar por medio de un estudio socioeconómico si puede o no en realidad pagar la cirugía y si en caso de que en verdad no pudiese pagarla gestionar si se le puede otorgar un descuento o si se puede conseguir un apoyo económico de alguna otra institución con el fin de que se realice la cirugía al paciente para que este tenga una mejor calidad de vida.
Por lo anterior, el trabajo social tiene un cierto grado de importancia entre estas múltiples disciplinas, ya que es el único profesional que se encuentra en constante contacto con las personas y con la realidad social que se vive. Por lo que cuenta con una visión muy amplia de lo que pasa en la sociedad y puede proporcionar a otros profesionales información muy valiosa que a lo mejor apoye a su trabajo.
La ventaja que se dice que tiene el trabajador social y que en la actualidad es lo que más importa es la visión de que todo acto, fenómeno o acción social es el conjunto de múltiples factores que detonan ese acto, fenómeno o acción social, por lo que el trabajador social no se enfoca en la persona ni el acto, sino en el cúmulo de factores, lo que le permite realizar acciones que ayuden tanto a la persona a cambiar la situación que le afecta y en su caso hacer que esos factores desaparezcan en el entorno de la persona para que ese acto, fenómeno o acción social no se repita. Para que el trabajador social pueda lograr esto requiere de habilidades como la observación, la facilidad del habla y deducción y sobre todo una gran empatía, ya que tiene que ganarse a la gente y lograr que ésta se abra para obtener información valiosa, pero sobre todo debe tener un poder de convencimiento para que la persona siga al pie de la letra el tratamiento y llegar al final del mismo.
El trabajador social trabaja en tres niveles: individual, grupal y en comunidad, y el campo laboral de éste es muy variado, ya que en sí el trabajador social tiene trabajo donde haya gente y bajo este entendido podemos decir que en cualquier lado puede trabajar, pero en los que más se ubica es en el área de salud, en la zona industrial, en el área de la educación, en asociaciones civiles y en puestos del gobierno como el DIF, etcétera.
Y por último se puede encontrar en el área jurídica, la cual en este momento es el área de interés, ya que si bien en las áreas laborales mencionadas ha sido reconocido el trabajo social como una fuente importante y hasta este mismo profesional se inclina por esas áreas y no se ocupa de investigar nuevas áreas laborales como la jurídica y sin negar que hay pocos profesionales que se interesen por esta área laboral. Sin mencionar que de la misma casi no existe información acerca de las actividades del trabajador social dentro de éste, y mucho menos de manera especializada; es decir, no serán las mismas actividades a desempeñar en el sistema penitenciario que en el proceso de un juicio. En la actualidad, en estos ámbitos se le da ya un poco de valor al trabajador social pero no el suficiente y principalmente en el penitenciario.
En este último y en el mismo código penal y en el protocolo se establece que las personas que infringen la ley tienen el derecho a llevar un plan de tratamiento mientras se encuentra cumpliendo una condena, y si nos vamos al objetivo de los centros penitenciarios nos encontramos con una palabra muy controversial dentro de este ámbito: la reinserción social, la cual es definida como un proceso sistemático de acciones orientado a favorecer la integración a la sociedad de una persona que ha sido condenada por infringir la ley penal.
Estas acciones buscan abordar la mayor cantidad de factores que han contribuido al involucramiento de una persona en la actividad delictiva, con el objetivo de disminuir sus probabilidades de reincidencia y promover el cambio hacia conductas prosociales. Estas se inician durante el periodo de cumplimiento de una condena, y continúan cuando la persona retorna a su vida en la comunidad. Se caracteriza por el desarrollo de competencias en el ámbito individual, social y laboral, y por el fortalecimiento de los aspectos protectores que facilitan la integración a la sociedad. Es precisamente en este punto donde los centros penitenciarios no están cumpliendo con la sociedad, ya qué cada vez hay más índice delictivo y de reincidencia delictiva, por lo que éste no cumple con la reinserción social que garantiza a la sociedad que las personas que se encuentran cumpliendo una condena no volverán a incidir en conductas delictivas. Se cree que esta falla se debe a que no cuentan con el personal indicado para trabajar con los internos y el único profecional capacitado es el trabajador social, el cual podría realizar las siguientes actividades:
• Plan de tratamiento.
• Trabajo con las familias de los recluidos.
• Gestión de trabajo para el recluso l momento de culminar su condena.
• Gestión de recursos económicos y humanos.
Y dentro de estas un sinfín de actividades como la entrevista, el estudio socioeconómico, la visita domiciliaria, entre otras, para lograr que las personas que se encuentran cumpliendo una condena tengan una reintegración en la sociedad; por qué el trabajador social es el indicado, pues en primer lugar porque es el profesional que está en contacto directo con el usuario y es el único profesional capacitado para salir a campo e investigar la realidad de un hecho delictivo y ya que es el único que no sólo interviene una vez si no lleva un seguimiento a cada caso con el que trabaja asegurando que éste tenga una continuidad ininterrumpida para lograr el objetivo final, por esto es que el trabajador social es de suma importancia en el sistema penitenciario y el cual carece de importancia y áreas laborales; es decir, en el sistema penitenciario no hay trabajadores sociales y no se abren oportunidades laborales dentro de éste, y si bien la sociedad desde hace tiempo ha contemplado que es necesario brindarles a las personas que comenten una conducta delictiva un plan donde estos puedan lograr reintegrarse a la sociedad en una sana convivencia y esto no nada más en México donde el contexto social se encuentra en un estado de crisis debido a los altos índices delictivos que maneja, sino que a nivel mundial se encuentran.
Nelson Mandela pensando en lo anterior creó un protocolo que lleva su nombre, el Protocolo Mandela, que habla precisamente del tratamiento mínimo que deben tener las personas que se encuentran recluidas, que está establecido a nivel mundial por las Naciones Unidas. A nivel nacional, estatal y municipal podemos encontrar algo muy similar en el Código Penal y en los protocolos de procedimientos para el ingreso de un recluido por lo que está establecido, pero nunca se ha llevado a la práctica, ya que se cree que con el simple hecho de que una persona permanezca privada de la libertad legalmente ésta logrará volver a insertarse en la sociedad acatando las reglas, lo cual hasta el momento no ha funcionado de la mejor manera y es que el mismo sistema sólo se enfoca en la persona y no en los factores que ocasionaron la conducta delictiva, por lo que es de manera indispensable que el sistema penitenciario haga un cambio y en su plantilla laboral integren a este profesional y le den la importancia que debe tener dentro de este sistema, para que así éste pueda cumplir con su función principal hacia la sociedad que el garantizar la reinserción social de las personas que se encuentran recluidas, ya que si bien históricamente esta institución nació para ello y que desde un inicio careció de una estructura sólida y sin organización institucional, por lo que es momento de darle estructura y organización sólida al sistema penitenciario, ya que es una institución de apoyo importante para el derecho para así poder garantizarle a la sociedad un orden social, ya que sin éste la sociedad no sería sociedad, ya que le da sentido a la manera en que la sociedad se agrupa y para ello necesita de una organización y una estructura sólida y regulada.
Pasa lo mismo con el sistema penitenciario; requiere de una estructura sólida y organizada para garantizar a los internos una sana convivencia dentro del penal y una verdadera posibilidad de reinsertarse a la sociedad y así generar una sociedad con bajos niveles delictivos con un orden social más alto a comparación con el que tenemos hoy en día, generalmente se diría que es una ilusión algo imposible pero no lo es todo, es cuestión de tiempo y paciencia y el sistema penitenciario que se requiere se está logrando a pasos lentos y pequeños, pero se va por buen camino, y no es un sistema que no esté comprobado y que se vea su efectividad; por ejemplo, en España cuentan con trabajadores sociales que se encargan del plan de tratamiento y seguimiento de los reclusos, y si vemos España no tiene altos índices de reincidencia delictiva por lo que se plantea y se propone sería viable en el estado de México, ya que se cuenta con la estructura política adecuada para que este profesional se incorpore a él y apoyar al sistema con los planes de tratamiento de las personas que se encuentran recluidas.
Por lo que hay que reflexionar sobre lo ya expuesto y generar mesas de discusión, que se hable más de estos temas entre estudiosos del derecho y los trabajadores sociales para llegar a un acuerdo y sistematizar las actividades y organizar las actuaciones de este profesional para generar información y conocimiento de este tema, ya que es un tema realmente nuevo y no se cuenta con información relevante que apoye a ambos profesionales a generar un bienestar a la sociedad y dar un paso más guiado y claro para llegar a tener la sociedad que cada ser humano visualiza como el ideal social de bienestar y seguridad.
Formación electrónica: Yuri López Bustillos, BJV
Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez