La leyenda del neoliberalismo

Publicado el 2 de septiembre de 2019

Víctor Manuel Rangel Cortés
Posdoctorante en la Facultad de Derecho, UNAM
twitter@VictorMRangel
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vrangel1982@gmail.com

A partir de la llegada de Andrés Manuel López Obrador se ha puesto de moda hablar del neoliberalismo. El nuevo presidente ha tenido la “virtud” de decretar su abolición y el inicio de la etapa posneoliberal.

En las redes sociales, sobre todo Twitter, los comentarios son muchos. Desde aquellos que se burlan de las posturas en contra del neoliberalismo hasta aquellos que entienden su naturaleza perversa.

Primero hay que entender, como dice un refrán, “con dinero baila el perro”. Esto quiere decir que la economía hace que el mundo se mueva en un sentido o en otro. Cualquier cosa que sucede en nuestras vidas diarias encuentra su motor en el dinero. Tanto los gobiernos como las leyes están sometidas a su voluntad.

Así, por ejemplo, cuando vamos a trabajar lo hacemos por dinero. Si estudiamos, lo hacemos por lo mismo. Habrá casos en dónde un matrimonio se celebre por dinero. De esta manera, nuestra conducta se ve impulsada por la obtención de bienes para cubrir una necesidad.

Lo que acabamos de mencionar es característico de cualquier sistema económico, lo que cambia son las formas de hacerlo.

Algunas cuestiones del neoliberalismo sobre las que debemos reflexionar son las siguientes:

1. Es una ideología económica que sí existe. Por ello, se vale de la capacidad cognitiva del ser humano para explotarlo sin que nadie se dé cuenta. Como cualquier sistema económico, su función es generar riqueza para alguien. Para ello, produce necesidades en las personas, las cuales sólo pueden ser satisfechas mediante el consumo.

Cómo podemos explicar que, en décadas pasadas, podíamos vivir sin el celular, mientras que hoy día se ha convertido casi en una extremidad más de nuestro cuerpo. De entrada, podríamos decir que se creó la necesidad de estar comunicados con el mundo, tal vez nos de alguna seguridad el poder contactar a nuestros familiares en cualquier momento.

También, el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de la oficina. Gracias a él es muy fácil que un patrón pueda encargar trabajo en horas y días que no son laborables y que no se pagan. Lo paradójico es que si no se contesta la llamada entonces hay molestia y en algunos casos se propicia la pérdida del empleo.

Éste es un ejemplo de cómo la gente puede ser explotada laboralmente sin darse cuenta y a costa de su propio dinero porque el celular, en la mayoría de los casos, no lo paga el empleador.

2. Se impone mediante el shock. Para poder ser aplicado, requiere que sus actores hagan fracasar otros sistemas económicos.

En el caso de México durante la década de los años ochenta el Fondo Monetario Internacional y Estados Unidos llevaron a cabo acciones para provocar crisis económicas en México y obligarlo a la aplicación de la economía neoliberal.

Lo anterior, sumado a los malos manejos por parte del Gobierno de López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari propiciaron la implementación del neoliberalismo en nuestro país. Esto se vio reflejado en múltiples reformas constitucionales que permitieron la privatización de todos los servicios y bienes del Estado, prácticamente.

Lo anterior quiere decir que, si tengo una crisis económica, entonces vienen y me dicen que la solución está en la privatización de todo lo que tengo. Desde luego, lo más seguro es que lo acepte con beneplácito.

3. El beneficiario es el capital extranjero. Las riquezas que se generan del neoliberalismo van a parar al bolsillo de los grandes capitales extranjeros. De hecho, esta es la premisa fundamental.

Si volteamos a ver los servicios que hoy tenemos, todos se encuentran privatizados. Por ejemplo, la educación, la salud, la banca, la seguridad y otros. Entonces, ¿para qué sirve el gobierno?

El problema es que sólo las personas que tienen ciertos ingresos pueden acceder a los servicios. Por ejemplo, da la casualidad de que mucha gente prefiere acudir a médicos de las farmacias similares en lugar de ir al IMSS. ¿Por qué? Pues porque el servicio al que tienen derecho es malo, pero si tengo dinero puedo acudir a otro lado, mientras que el que no tiene los recursos no le queda otra más que sobrevivir.

4. Todo es negocio. Para el neoliberalismo todo es fuente de ingresos, sobre todo nuestros problemas.

Sabemos que en México la inseguridad es algo muy serio que corresponde a nuestras autoridades resolver; sin embargo, desde hace años han proliferado las empresas de seguridad privada. Estas compañías prestan servicios de todo tipo, desde guardias hasta equipo táctico. Entonces, surge la pregunta ¿de verdad hay alguien interesado en que se acabe la inseguridad? Es lógico pensar que a los dueños de estas empresas no. Por el contrario, si hay más, es mejor.

Otro ejemplo: todos sabemos que en México los niveles de pobreza y desempleo son muy altos. Esto es aprovechado por las empresas para ofrecer trabajos con salarios bajos y, en muchos casos, con jornadas prolongadas. Qué pasa si al pedir el empleo no me gusta la paga ni las condiciones laborales, pues que hay otros cientos de individuos con la misma necesidad que sí están dispuestos a aceptar lo que yo no quiero. De esta manera se abarata la mano de obra y gana la empresa.

5. El endeudamiento permite tenerlo todo y nada. Cognitivamente es posible que el ser humano no perciba los efectos negativos del neoliberalismo. Esto sucede porque cuenta con mecanismos que nos hacen sentir o pensar que todo va bien y hasta que somos una potencia económica.

Por ejemplo, gracias al endeudamiento podemos adquirir cosas que sin ese mecanismo no podríamos. En nuestros días, mucha gente puede contar con un vehículo nuevo, pero que debe pagar a tantos años y tantos intereses.

Los esquemas de pagos a meses sin intereses operan bajo la misma lógica, el problema es que se deben los salarios de un año, los cuales todavía ni siquiera se tienen en el bolsillo.

Es así como el neoliberalismo nos deja tener cosas que sin endeudamiento no podríamos. Igualmente, nos da un status social al tener bienes que en realidad no corresponden a nuestra realidad económica.

Nuevamente, la pobreza es negocio porque muchas de estas acciones están dirigidas a gente con salarios menores.

6. Corrupción y violaciones a los derechos humanos. En países como México, no es secreto que los gobiernos son altamente corruptos y violadores de derechos humanos.

7. La división entre ricos y pobres. Es muy común que la gente que logra sobresalir dentro de este esquema económico se vuelva ciega y no vea todos los problemas sociales que vive un país.

Indudablemente, en México tenemos mucha desigualdad, pobreza y no somos capaces de percibirlo. Incluso podemos hacer comentarios de que el pobre lo es porque quiere. En esto hay algo de razón, pero antes hay que considerar el hecho de que la pobreza es negocio, pues al pobre se le enseña a serlo y ser feliz ahí.

En suma, el neoliberalismo no es una invención del presidente López Obrador, es una ideología económica que ha tenido su auge en los últimos tiempos impuesta sobre todo por Inglaterra y Estados Unidos en la década de los años 80. Se trata de una realidad que vivimos todos los días y hay que aprender a vivir en ella.


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Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ilayali G. Labrada Gutiérrez