El Stonewall y los derechos de la diversidad sexual ( y II)*

Publicado el 31 de julio de 2020


Luis de la Barreda Solórzano

Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
email lbarreda@unam.mx

La fuerza antidisturbios llegó a liberar a sus compañeros que permanecían dentro del Stonewall. Cuatro policías estaban heridos. Los gays no cesaban de gritar, cantar y bailar en la calle. Un automóvil particular fue volcado para bloquear el paso de los policías. Agentes policiacos eran perseguidos al grito de “¡atrápenlos!”.

Era como si los sentimientos de humillación sufrida durante años se hubieran concentrado, como si, espontáneamente, las minorías sexuales hubieran decidido que era necesario poner un hasta aquí, reclamar por lo que siempre se les había arrebatado, como si todo el enfado por los abusos y la discriminación se hubiera dado cita esa noche. Los gays cargaban el seudónimo twilight (crepusculares). Ya no iban a caminar sumisamente por las noches y dejar que se metieran con ellos. Había algo en el aire, la libertad que siempre se les había negado.

Los disturbios continuaron la noche siguiente. A los que habían estado la noche anterior se unieron muchos curiosos, incluso turistas. Un hecho inaudito fue que los homosexuales se daban muestras de afecto en la vía pública. Llegaron miles de personas al lugar. Los sucesos de la noche anterior habían sido materia de notas destacadas en The New York Times, The New York Post y The New York Daily News.

Ahora la gente ocupaba hasta las calles adyacentes. Como la noche anterior, se quemaron contenedores de basura, esta vez por todo el barrio. Acudieron a contener la revuelta más de 100 policías, a los que se sumaron, como a las dos de la madrugada, numerosos antidisturbios. Cuando la policía capturaba a algún participante, otros lo liberaban. La batalla callejera se extendió hasta las cuatro de la madrugada. Durante los días siguientes se produjeron alborotos esporádicos y se distribuyeron panfletos que demandaban sacar a la mafia y a la policía de los bares gays, y boicotear a los establecimientos propiedad de la mafia, incluso al mismo Stonewall.

Seis meses después se fundó el diario Gay. El mero nombre es importante porque, hasta entonces, The Village Voice se negaba a imprimir la palabra “gay” en los anuncios del Frente de Liberación Gay (GLF) que invitaban a sumarse a la organización. En sólo seis semanas se fundaron otros dos diarios. Entre los tres periódicos la cifra de lectores era de alrededor de 25,000.

El primer aniversario de los disturbios del Stonewall se celebró como el día de liberación de Christopher Street (la calle donde estaba el bar) con la primera marcha del orgullo gay de la historia, que el 28 de junio de 1970 recorrió 51 cuadras hasta Central Park. The New York Times informó en su portada que la manifestación ocupaba 15 cuadras. Se realizaron marchas simultáneas en Los Ángeles y Chicago. El año siguiente se realizaron manifestaciones del orgullo gay en Boston, Dallas, Milwaukee, Londres, París, Berlín Oeste y Estocolmo. En 1972 se sumaron Atlanta, Buffalo, Detroit, Washington, Miami y Filadelfia. Hoy, las manifestaciones del Día del Orgullo Gay en el mundo son las más concurridas de todas.

Los historiadores Dudley Clendinen y Adam Nagourney reflexionan que los homosexuales, antes del levantamiento del Stonewall, eran una comunidad pasada por alto, de la que se reían o era despreciada. “Desde esa noche, la vida de millones de gays y lesbianas, y la actitud hacia ellos de la cultura mayoritaria en la que vivían, cambió rápidamente. Los homosexuales empezaron a aparecer en público como tales exigiendo respeto”.

En junio de 1999, el Departamento del Interior de Estados Unidos designó los números 51 y 53 de Christopher Street (domicilio del Stonewall), la calle misma y las adyacentes Hito histórico nacional. El 1º de junio de 2009 —mes en que se cumpliría el 40º aniversario del Stonewall—, el presidente Barack Obama declaró junio como el mes del orgullo gay, lésbico, bisexual y transexual.

Los triunfos del movimiento a partir del Stonewall son notables. En 1973, la American Psyquiatric Association votó unánimemente por excluir a la homosexualidad del Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. En 1990, la Organización Mundial de la Salud tomó la misma decisión. Cada vez más figuras públicas salen del clóset. En años recientes, varios países occidentales han reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo y su derecho a la adopción.


NOTAS:
* Se reproduce con autorización del autor, publicado en Excelsior, el 9 de julio de 2020 : https://www.excelsior.com.mx/opinion/luis-de-la-barreda-solorzano/el-stonewall-ii/1392940

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