Movilidad social y periferia: la influencia del territorio en la desigualdad
de oportunidades en el Estado de México

Publicado el 23 de octubre de 2020

Melissa Mariana González Caamal
Tesista de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública
de la FES Acatlán, UNAM
emailmelissagonzalezcaamal@gmail.com

El Estado de México es la entidad más poblada del país; en ella habita más de una quinta parte de la población nacional. Sin embargo, a pesar de la relevancia que implica tal magnitud, se encuentra en una relación de dependencia con la Ciudad de México (CDMX), la cual concentra las oportunidades laborales y educativas, mismas que limitan la movilidad social de la región. De este modo, el territorio se vuelve determinante para la generación y reproducción de desigualdades entre los habitantes de la zona del centro de México.

Harvey 1 introduce un análisis de la pobreza urbana en el que le asigna un papel principal al territorio. Si bien se espera que la planeación de las ciudades esté determinada por las necesidades de su población en consideración con su distribución en el espacio, lo que encuentra el autor es que el acceso está condicionado a la distribución del ingreso; en la que a mayor ingreso, mayor acceso a servicios de salud, educación, entre otros bienes y servicios. Lo anterior crea un punto de partida desigual y, paulatinamente, afianza una serie de relaciones que reproducen un sistema difícil de modificar.

Ahora, si la desigualdad es un fenómeno multicausal, ¿qué tanto importa el territorio? Por un lado, a nivel nacional, según la encuesta ESRU-EMOVI del 2017, se describe que las variables territoriales explican entre 14% y 26% la desigualdad de oportunidades, otorgando un peso entre el 53% y 77% a variables familiares. 2 Sin embargo, cuando se trata del sur del país, específicamente Pereira y Soloaga, concluyen que estas variables tienen más peso, pues entre el 20% y 60% de la desigualdad de oportunidades se encuentra determinada por el territorio. 3

La relación específica que guarda el Estado de México con la capital no puede comprenderse sin considerar que la CDMX registra la mayor movilidad social ascendente; 4 es decir, que es más probable que la posición económica aumente si se habita la capital que cualquier otro estado del país.

Por su parte, el Estado de México se caracteriza por un amplio fenómeno en el que la CDMX marca la pauta de su ocupación territorial. Por poner un ejemplo, en los años setenta se estima que el 55.1% de la población pertenecía a otro estado, aunado a que, después del terremoto de 1985, cuyos estragos impactaron en el aumento de la migración de habitantes de la capital a la entidad, convirtieron al Estado de México en el lugar más poblado para la década de los noventa. 5 El aumento poblacional dependiente de los flujos de la CDMX ha comprometido la planeación de las ciudades, y con ello el acceso a oportunidades, recursos y servicios.

Si se considera el gran peso de los factores familiares heredados, parece lógico que éstos permitan mantener la movilidad social o que el acceso a oportunidades iniciales distintas permita que éstas sean replicadas en otros lugares. Sin embargo, se estima que quienes se mudan a la CDMX incrementan sus posibilidades de movilidad social, mientras que, para quienes vivían en la capital a los 14 años y cambian de estado de residencia, es más probable que esta movilidad se reduzca. 6 Lo anterior tiene consecuencias para este contexto, en particular por el amplio flujo migratorio entre la capital y el Estado de México.

En suma, los puntos desarrollados delinean la influencia del territorio desde una concentración de oportunidades que hace más viable el traslado a la CDMX en la búsqueda de una mejor calidad de vida, que la generación y distribución de las mismas en el Estado de México. Por lo anterior, para incrementar la movilidad social en la zona centro del país resulta pertinente la consideración de sus dinámicas territoriales particulares.


NOTAS:
1 Harvey, D., Urbanismo y desigualdad social, Siglo XXI Editores, 1979.
2 Plassot, T. et al., Movilidad social intergeneracional y desigualdad de oportunidades en México. Educación y activos: un enfoque territorial, México, CEEY, 2019, p. 16, disponible en: https://ceey.org.mx/wp-content/uploads/2020/03/07-Plassot-Rubio-y-Soloaga-2019.pdf
3 Ibidem, p. 3.
4 Orozco, M. et al., Informe de movilidad social en la Ciudad de México, México, CEEY, 2019, disponible en: https://ceey.org.mx/informe-de-movilidad-social-en-la-ciudad-de-mexico 2019/#:~:text=Los%20resultados%20del%20estudio%20muestran,lo%20largo%20de%20su%20vida.
5 Martínez, G. y Montes de Oca, H., “Envejecimiento y migración en los municipios del Estado de México”, Papeles de Población, vol. 18, núm. 73, 2012, pp. 205-240, disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252012000300009.
6 Plassot, T. et al., op. cit.


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