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Consecuencias reflejadas en la ansiedad de los hijos de padres divorciados

Publicado el 15 de diciembre de 2022

Ana Paula Carvajal Rubalcava
Estudiante de Psicología, Universidad Marista de San Luis Potosí
email72190183@umaslp.maristas.edu.mx

La ansiedad ha sido el problema psicológico más recurrente en los niños cuando los padres se separan. Se muestra una mayor vulnerabilidad cuando se presenta el trastorno en hijos de padres divorciados, esto debido a la separación repentina de alguno de los padres, pues después de la ruptura, el hijo vive una experiencia que genera un trauma, el cual le predispone a tener reacciones de forma ansiosa ante cualquier separación cotidiana que se viva.

Una ruptura de pareja implica un cambio en la estructura familiar, y por esto hay un cambio en la relación con todos sus miembros. Pero a pesar de la reestructura que debe producirse, la disolución conyugal no justifica la pérdida de la responsabilidad como padres, por lo tanto, los intereses de los hijos deben permanecer sobre la separación. Es muy común que empiecen a aparecer variedad de dificultades para llegar a ciertos acuerdos entre los excónyuges respecto a la salud y bienestar tanto educativo de los hijos después de la ruptura.

Según la Asociación Americana de Psiquiatría, se va a considerar el divorcio de padres como una situación que generará estrés en los hijos, el cual puede generar consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

Como bien sabemos, el que haya una unión familiar va a ayudar a la estructura que protege a los niños, por lo tanto, se considera la separación de padres una situación estresante. El divorcio genera una alteración en el bienestar del niño, como se comenta anteriormente, si se relaciona a: empeoramiento de la situación económica, mala conducta, mal funcionamiento conductual y emocional de los padres, la crianza no eficaz, perder contacto con alguno de los padres, frecuentes conflictos entre los padres y ausencia de acuerdos en la crianza.

Las alteraciones que los padres presentan en los divorcios alegadores pueden causar estrés en una cantidad capaz de generar una mala adaptación en respuestas conductuales, causando deterioro en la salud mental y física de los niños. Se puede observar la presencia de síntomas de ansiedad de separación, a la vez con los niveles de ansiedad general de los niños. Los hijos de padres separados no muestran niveles significativos de ansiedad como rasgo estable. La ansiedad estado es elevada, pero parecida a la que se manifiesta por los hijos de padres no divorciados. Una situación que causa estrés, como es el divorcio de padres, puede generar ansiedad en el niño, aunque no exista en él una predisposición estable a manifestar este problema.

En cuanto a la presencia de síntomas de ansiedad por separación, los hijos de padres divorciados presentan niveles mayores a la media de la población general. A mi parecer existen varios factores que pueden causar el trastorno de ansiedad, por ejemplo, la separación repentina del niño con sus figuras afectivas, lo que generará estrés. La situación de divorcio de padres es una realidad muy común en nuestra vida cotidiana. Una de las razones por las que el divorcio puede ser un estresor para los niños es la probabilidad de que llegue a ser precedida y seguida por un período de conflicto interparental.

Otra de las situaciones más complicadas y controvertidas en las valoraciones periciales para la recomendación de un sistema de guarda y custodia (custodia exclusiva vs custodia compartida) o para la de una pauta de visitas en cuanto al progenitor que no tiene la custodia, se observa precisamente en estas familias que muestran conflicto interparental.

En el tema del divorcio es muy complicado y común el sentimiento de fracaso, pues acostumbra a estar presente por lo menos en alguno de los miembros de la pareja, o también en el mismo miembro que decide el divorcio en la medida que el divorcio conlleva la ruptura familiar y, por lo tanto, la supresión de los puntos clave y la desaparición de las líneas del desarrollo. La nueva adaptación por ambas partes de la pareja separada al nuevo estilo de vida no va a ser fácil ni rápida.

Con base en mi experiencia, la mayoría de los niños logran adaptarse al final del primer año de separación (puede ser antes o después). La ruptura de los vínculos en la relación de pareja es un proceso de duelo, a pesar del dolor intenso que se puede presentar en uno de los miembros de la pareja que se separa, si se hace un duelo de forma adecuada, el dolor se puede superar y se fortalece la capacidad de relacionarse otra vez.

Este proceso de duelo puede aparecer también en los hijos, pero si los padres pueden llegar a mantener sus funciones parentales a pesar de la separación conyugal, va a ayudar y proteger el proceso ayudando a sus hijos a procesar el divorcio de los padres evitando complicaciones psicopatológicas.

Referencias

Cantón, J., Cortés, M.R., y Justicia, M.D. (2002). Las consecuencias del divorcio en los hijos. Psicopatología Clínica, Legal y Forense, 2(3), pp. 47-66

Testor, C. P., Pujol, M. D., Vidal, C. V., & Alegret, I. A. (2009). El divorcio: una aproximación psicológica. Universidad Ramon Llull, 2, 39-46.

Salvador, G. P., & Del Barrio, V. (1995). El efecto del divorcio sobre la ansiedad de los hijos. Psicothema, 7(3), 489-497.

Catalán Frías, M. J. (2011). La custodia compartida. Revista derecho y criminología, (1).

Marin, M. A. (2010). Divorcio conflictivo y consecuencias en los hijos: implicaciones para las recomendaciones de guarda y custodia. Papeles del psicólogo, 31(2), 183-190.


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Incorporación a la plataforma OJS, Revistas del IIJ: Ignacio Trujillo Guerrero