¿Qué podemos hacer los estudiantes respecto del caso de Ayotzinapa?

Publicado el 27 de noviembre de 2014

Eva Marina Valencia Leñero
Estudiante de la licenciatura en Derecho, Facultad de Derecho, UNAM mvale_eva@hotmail.com

Student power means not simply the ability to influence decissions, but the ability to make decissions” – Segall & Pickett

El caso de Ayotzinapa es actualmente uno de los problemas que observamos  diariamente en las portadas de todos los periódicos. La desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos la noche del viernes 26 de septiembre ha causado indignación en todo el país y además ha generado de manera más específica, una participación más activa de los estudiantes por la respuesta ineficaz del gobierno en esclarecer lo que ocurrió esa noche y en juzgar y sancionar a los culpables.

Sin embargo, a pesar de que por un lado se ha logrado una reacción mucho más grande que la esperada en nuestro grupo estudiantil en México, por el otro tenemos aún un problema fundamental que solucionar. Sabemos que estamos enojados, sabemos que estamos inconformes con lo que está sucediendo pero no lo que nosotros podemos hacer ya que no existe un problema claro que resolver y por lo tanto una propuesta específica que dar.

Para lograr lo anterior, debemos en primer lugar reconocer que Ayotzinapa abarca muchos temas. A pesar de que la consigna es “Vivos los llevaron, vivos los queremos”, esta no sólo es la razón por la que se han organizado tantos movimientos y por la que tantos mexicanos estamos ahora actuando. Hoy en día incluso ya hemos recibido noticias preliminares respecto de lo que sucedió con los estudiantes, y no estamos aún satisfechos. Esto es porque Ayotzinapa ha reflejado muchos de los conflictos más graves que existen actualmente en nuestro país. Como me respondió un estudiante al hacerle la pregunta de qué es lo que podemos hacer los estudiantes respecto del caso de Ayotzinapa, “¿Sobre cuál problema te refieres?”. Justamente, el caso de Ayotzinapa mostró el nivel de impunidad, corrupción, e inseguridad que existe en nuestro país. Cada uno de estos temas, a su vez, se ramifica en muchos otros.

Además, es muy fácil que el objetivo central se disperse debido a que momentos y situaciones como ésta generan nuevas luchas y reacomodo del poder, por lo que muchos grupos de personas intentan introducir sus propios intereses al nuevo arreglo político resultante.

Por lo tanto, en primer lugar tenemos que escoger el conflicto principal, el que más nos preocupe a todos, no de manera individual, si no de manera colectiva, utilizando la forma democrática que tanto se busca en los movimientos estudiantiles, para lograr así críticas pero también propuestas de acciones encaminadas hacia una transformación real.

En segundo lugar, es cierto que nosotros como estudiantes tenemos muchas desventajas. Por un lado, como se ha observado históricamente, los movimientos estudiantiles (incluso los más reconocidos) no han logrado ser la causa final por la cual se hayan resuelto ciertos conflictos alrededor del mundo. Esto es porque los estudiantes no estamos ahora, ni lo hemos estado, en los puestos de toma de decisión política; ni tampoco tenemos todas las herramientas aún para realizar y saber cómo realizar ciertas acciones; y finalmente nos hace falta experiencia respecto al conocimiento de nuestro entorno social. Empero, los estudiantes sí han sido la llama que moviliza, o al menos genera consciencia en la sociedad en general, para que se realicen posteriormente el cambio o los cambios necesarios, como se ha observado en el movimiento de 1968 en México, Francia y Alemania, en el movimiento contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos, en el movimiento de 1976 y 1989 en China, y la reciente Primavera Árabe.

En otras palabras, estas desventajas redundan al mismo tiempo en una ventaja. No debemos responsabilizarnos por realizar el cambio en sí ahora, ya que no está en nuestras manos el poder de hacerlo. Lo que sí podemos hacer es impulsar, motivar o incluso presionar a aquellos que pueden realizarlos y dar todas las propuestas, iniciativas, ideas y proyectos de manera creativa e innovadora; que muestren todos los sueños y objetivos de lo que queremos que sea nuestra país. Esto para que por un lado las autoridades tengan más alternativas, y por el otro, para que de cualquier manera, nosotros tengamos ya un camino a materializar en nuestro futuro. Mientras tanto podemos demostrarles que sí son factibles ciertas acciones, organizándonos para desarrollarlas dentro de las posiblidades de cada grupo, y siendo congruentes con los objetivos iniciales de cada una.

En conclusión, nosotros como estudiantes podemos actualmente realizar dos acciones. Primero, contribuir a definir los problemas concretos que debemos resolver, conforme a una visión nueva que muestre la ruta que queremos construir conforme vayamos injiriendo cada vez más en nuestro entorno social, y en segundo lugar buscar aportar ideas frescas específicas, que ya tenemos actualmente los estudiantes sobre cada uno de los temas y ponerlas en práctica, aprovechando justamente la creatividad que nos caracteriza y la energía para actuar.

Justamente el generar nuevos puntos de vista es lo que mantiene a las sociedades vivas y en constante evolución, por lo que debemos buscar la forma para corregir y componer lo que sabemos que no nos sirve, y tomar las riendas para que todo lo que sí funciona y queremos que funcione pueda proseguir su rumbo.